Te cuento en un lenguaje comprensible lo que hacen los científicos con sus probetas y sus tubos de ensayo para entender cómo funciona tu cerebro. Aprende algo nuevo cada día con nuestros artículos y nuestras entrevistas a científicos de todo el mundo. Cada artículo tiene muchas horas de trabajo. Primero tengo que leer mucho sobre un tema. Luego tengo que ser capaz de explicarlo para que cualquier persona, experta o inexperta, lo entienda. También tengo que contactar a los científicos y preparar las entrevistas. Y por último tengo que transcribirlas y traducirlas para publicarlas en español y en versión original. Es mucho trabajo, pero lo hago con gusto porque es apasionante. Pero lo es más cuando puedo compartirlo. Así que si te gusta el contenido y quieres ayudarme a crecer un poquito, solo te pido una cosa: compártelo con tus amigos y enemigos. Lo sé, da pereza, ¡pero es gratis! Y cada vez que lo compartas el mundo será un lugar un poco más feliz.
¿Es posible recordar algo sin haberlo memorizado conscientemente? Por ejemplo, ¿podemos recordar los sonidos o las imágenes de un anuncio publicitario sin procesarlos conscientemente? Antes de responder, es importante entender lo que es la memoria de trabajo.
Nuestra memoria es nuestra identidad, nuestra historia. ¿Qué queda de nosotros cuando no recordamos? La memoria, un concepto con el que todos estamos familiarizados, no deja de ser un misterio para la comunidad científica.
Empecemos con un pequeño ejercicio de razonamiento. Un viernes del mes de agosto. Un amigo me llama y me propone ir a la playa al día siguiente. Es verano y la probabilidad de precipitación es baja. No obstante, estamos en Burdeos así que nunca se sabe. Contesto que me apuntaré si hace buen tiempo. El sábado, mi amigo y yo estamos en la playa. ¿Hace buen tiempo? Veamos qué nos dice la lógica.
¿Quieres aprender a hablar un nuevo idioma? ¿Te gustaría tocar algún instrumento musical? ¿Tienes que estudiarte el código civil o sacarte unas oposiciones? Si te encuentras en un proceso de aprendizaje importante, quizá te interese saber lo que tu cerebro opina al respecto. Seguramente habrás escuchado que el aprendizaje es el arte de la repetición. Pero, ¿tiene base científica esta afirmación?
¿Por qué cambiar algo que funciona bien? En principio no hay ninguna razón para hacerlo. Pero ¿realmente nos planteamos si las cosas funcionan bien? Cuando uno llega nuevo a un sitio (por ejemplo, cuando uno se incorpora a un nuevo trabajo) lo más normal es observar cómo se comportan los demás y hacer las cosas de la misma forma, aceptando implícitamente la premisa de que lo que lleva un tiempo repitiéndose de la misma forma debería funcionar bien. ¿Qué ocurre si nadie (ni tú, ni el que llegó antes que tú, ni el anterior) se ha cuestionado nunca sobre el funcionamiento las cosas? ¿Qué ocurre si se perpetúa una práctica que no tiene ningún fundamento?
Imagina que un tren avanzara ante tus ojos hacia un grupo de personas atadas con fuerza a los raíles, entre las que se encontraran algunos familiares tuyos. Imagina que tienes en tu poder una palanca, y que al accionarla pudieras desviar el tren y conducirlo a tomar un carril en el que hay atadas el mismo número de personas, pero esta vez completamente desconocidas. ¿Accionarías la palanca, tomando la responsabilidad de las muertes pero salvando a tus familiares, o dejarías que el tren siguiera su curso inicial sin cargar con el peso de la catástrofe?